Publicidad de la buena

Hacía tiempo que no me encontraba con una buena campaña de publicidad (salvo los spots de la Lotería y Ruavieja que espero con ilusión cada año).

Desde que decidí estudiar Marketing y Publicidad siempre creí que la publicidad podía ir mucho más allá de vender productos aunque, en su mayoría, sea el objetivo último de dicha campaña. De vez en cuando hay alguna empresa que va un paso más allá del puro marketing y arriesga y mueve el corazón de quien se topa con su anuncio.

Esto, exactamente esto, me ha pasado cuando inesperadamente me encontré con el anuncio de la última campaña de Sephora. Como lo vi en la TV la versión que vi fue de 45 sg (que siendo TV es bastante largo) y me conmovió mucho pero investigando di con la versión extendida que ya me enamoró por completo.

En estos tiempos donde parece que todo te impulsa a un tipo de belleza encapsulado y, aparentemente, alcanzable para todas las mujeres (sobre todo) a base de mucho sacrificio, inversión y cierto rechazo de lo que eres, encontrarte con una campaña que potencia todo lo contrario, además de ser muy esperanzador, es algo hermoso que te hace pensar, que puede ayudar a muchas mujeres que sufren porque no se sienten guapas o que han sufrido el rechazo por no estar dentro de los estándares aceptados por la sociedad.

En una ocasión una persona que se cruzó en mi vida me dijo “se puede no ser delgada y ser poderosamente sexy… y tú lo eres”… y aquello caló mucho más de lo que supongo que ella pensó. Agradecí aquello… y aún lo hago.

En el spot de Sephora he visto mucho de esa frase y de todo lo que me supuso a mí personalmente. El spot empieza con una frase muy potente: “todo era más fácil cuando todavía no era consciente”, desgraciadamente esta supuesta inconsciencia positiva solo vendrá seguida de inseguridad y autorrechazo. “¿Quién define mi belleza? Preguntas que todas nos hacemos. ¿Cuándo dejé de gustarme? ¿Cómo se supone que es una mujer?” y que en la mayoría respondemos con dureza y radicalidad. Y pasan los años donde esa mujer en la que te estás convirtiendo va sorteando los retos de crecer y asumirse con sinceridad.. “Hasta que por primera vez alguien dice: “no te quiero”… entonces recuerdo que soy yo la que debo quererme a mí misma. Es difícil, pero se trata de mí.
Es más fácil admirar la belleza de los demás
” porque, en general, nuestra compasión y bondad sale más hacia afuera que hacia nosotros. “Si pudieras verte como yo te veo, desaparecerían los prejuicios que otros te imponen.” Ver a otras mujeres, todas bellas a su manera, con sus detalles únicos y llenos de vida, debería inspirarnos, hacernos ver que todo (aun lo que menos nos gusta) es lo que nos configura como personas hermosas y llenas de cosas buenas y belleza. “Pero de repente todo encaja y descubres el poder de sentirte bella. El poder de sentirme como realmente soy” creo que aquí reside la verdadera libertad de una mujer… en la aceptación honesta de quién eres y el respeto absoluto y sincero hacia ti misma.

Quiero aprovechar para dar las gracias a todas las mujeres de mi vida, las que han estado, las que están y las que espero que estén en el futuro, por inspirarme, por mostrarse como son y dejarme ver la luz que brilla en cada una de ellas… brillemos todas juntas!

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